Acerca del Partido Comunista


Dentro del movimiento comunista se habla de la importancia del Partido de Nuevo Tipo. Éste es la fusión del socialismo científico con el movimiento obrero, es el depositario de la ideología revolucionaria (cualquiera que sea su estadio de desarrollo) y representa la relación social entre masas y vanguardia proletarias. Pero esta definición no es suficiente en las circunstancias actuales de derrota. Es necesario reflexionar acerca de su naturaleza y sus implicaciones sociales para tener claro que es exactamente lo que necesitamos reconstituir. Este artículo pretende esta reflexión.

El Marxismo entiende el desarrollo histórico de la Humanidad como el camino desde el Comunismo en estado de necesidad hasta el Comunismo en estado de libertad. Entre ambos se abre un periodo de formaciones sociales clasistas, donde la Humanidad se divide en explotados y explotadores. El Capitalismo en su fase imperialista es el más perfecto sistema de explotación, ha demostrado capacidad de integración de los vestigios de otros modos de producción que integra marginalmente donde aún subsisten –el feudalismo, por ejemplo, que se mantiene en determinadas áreas geográficas forma parte del sistema imperialista- así como también a sus críticos, como es el lugar estructural en la explotación que ocupa la aristocracia obrera como correa de transmisión. Esto, junto a su tendencia a expropiar a la mayoría de la población y proletarizarlos, hace del Capitalismo el último sistema de explotación pues genera una tendencia a crear dos únicas clases en contradicción antagónica. Todo esto coloca al Proletariado en una situación inédita: o termina con el Capitalismo o éste se reproduce constantemente, abocando a la Humanidad hacia dos únicas salidas: la Barbarie o la Revolución. La Revolución proletaria tiene, así mismo, un carácter novedoso, pues esta no solo debe acabar con el Capitalismo, sino con la existencia de explotación, pues lo opresión burguesa carece de contradicciones que permitan que otra clase derroque a la burguesía y establezca su propio modelo de explotación clasista. Por tanto la revolución solo puede significar emancipar a la humanidad construyendo una sociedad sin clases.

La historia de la clase obrera es la historia de su toma de conciencia. Primero conciencia “en sí” y luego “para sí”. Durante la fase librecambista (siglo XIX) del Capitalismo el proletariado va dándose cuenta de la dominación burguesa y empieza a luchar para mejorar sus condiciones de vida. Es la época de la lucha sindical por las mejoras salariales, condiciones de trabajo, la época del “curro digno y con derechos”. Sin embargo, estas luchas no cuestionaban al Capitalismo ni la posición como clase explotada del proletariado, ya que se limitaban a reproducir su lugar social, pero en “mejores condiciones”. Esto cambia en la etapa imperialista, cuando el proletariado se dota históricamente de conciencia “para sí”, cuando se da cuenta de que luchar por reformas solo fortalece a la explotación capitalista, pues no se cuestiona la explotación, solo sus formas concretas y esta no desaparece, sino que es capaz de ceder y mejorar las condiciones de explotación. Además, estos logros son momentáneos, se pierden y se vuelen a ganar a lo largo del tiempo, enzarzándose en un tira y afloja que solo reproduce la explotación capitalista (en diferentes condiciones) pero que nunca acaba con ella. Octubre, por contra, significó el primer intento de la conciencia “para sí” de destruir al Capitalismo y con ello las clases.

A esta conciencia corresponde una nueva forma de organización distinta al partido obrero de masas y el sindicato. Ésta es el Partido Comunista (PC). El PC supone trascender la conciencia espontánea que se traduce en mejoras económicas. Partiendo históricamente de la experiencia acumulada en el siglo XIX, los bolcheviques recuperan consecuentemente el pensamiento de Marx de que al Socialismo no se llega a través de la acumulación de reformas parciales, principal objetivo de la socialdemocracia decimonónica, sino a través de la toma violenta del poder por el proletariado y la instauración de su dictadura. Para ello la clase obrera debe dotarse del PC, que representa la fusión de la vanguardia con las masas a través de la ideología revolucionaria (el comunismo). La clave es la ideología revolucionaria, entendida como el conjunto conocimientos mas avanzados unidos a la experiencia histórica de la lucha de clases. Por tanto, ésta se encuentra en constante elaboración, incorporando todas las nuevas experiencias. Desgraciadamente, la clase no está, bajo las condiciones del Capitalismo, en condiciones de superar la división del trabajo, ni las masas, por sí solas, de elaborar ideología revolucionaria (ponte a estudiar las obras de Lenin, por ejemplo, tras 10 horas de trabajo entregado al capital). Sin embrago, existen individuos, independientemente de su origen social, que si están en condiciones de elaborar y asimilar la ideología revolucionaria y elevar al resto del proletariado hacia sus posiciones, ésta es la vanguardia del proletariado. Cuando ésta se fusiona con las masas mediante la ideología tenemos al PC constituido. El PC, por tanto, es la relación entre vanguardia y masas. El movimiento de las masas, tomando conciencia revolucionaria, hacia las posiciones vanguardia.

Actualmente, en el estado español, vanguardia y masa están desligadas. La propia vanguardia no está en condiciones de vincularse a las masas a través de un programa revolucionario. Debemos partir de la situación concreta, y esta es la de derrota histórica y fin del ciclo iniciado con Octubre. Esta derrota es ideológica y política, para su superación es necesario reconstituir ambos aspectos y la iniciativa solo puede partir de la vanguardia. El estudio del Ciclo y la defensa de los resultados que produzca a través de la lucha de dos líneas es el método que debemos aplicar, a la vez que el fruto de este estudio y de la lucha se va transformando en línea de masas y programa revolucionario. Esta actividad parte del seno de la vanguardia y según se desarrolla va incorporando a las masas. Cuando en la vanguardia, después de todo este proceso, esta en condiciones de elaborar el programa revolucionario en el que se vinculan los problemas candentes de las masas al horizonte revolucionario, puede considerarse el fin de la reconstitución y el inicio de un nuevo asalto al poder.

Vemos, por tanto, que la reconstitución no pasa por unificar orgánicamente a cierto número de organizaciones o individuos de la vanguardia. Ideología revolucionaria sólo hay una, y a esta sólo se llega a través de la lucha de dos líneas. Por tanto a la reconstitución del PC se llega a través de la victoria de la línea roja sobre la revisionista: el debate y la lucha por los principios del Marxismo-Leninismo y su aplicación a las circunstancias concretas del Estado Español.

Mario

No hay comentarios: